1) Lo que nuestros estudiantes saben hacer en Internet
Como reservorio, descubrí que la mayoría lo utiliza para buscar información que los maestros les piden en clase y que si no es requerida por el profesor no toman la iniciativa de investigar; además de que desconocen que existen diferentes motores de búsqueda, y se le dificulta establecer categorías de búsqueda.
Si saben bajar música, videos y fotos en la mayoría de los casos y es donde le invierte más tiempo
Como espacio social de acción individual y colectiva, lo utilizan más para chatear que para otras cosas; sólo algunos manifestaron que lo utilizan para obtener asistencia profesional
2) ¿Qué podemos hacer para aprovechar esos saberes en el aula?
Valerme de su afición por la música, fotos y videos y crear no sólo escritos de investigación, sino reforzarlos con la parte visual creando proyectos donde se ponga el juego el uso del multimedia y ponga en juego el desarrollo de los diferentes tipos de inteligencia.
En la clase de computación el maestro les enseñó a crear su blog y yo en mis clases lo aprovecho para enviarles tareas, comentarios y comunicarnos sobre eventos escolares.
3) ¿Quién van a enseñar a quién y qué le enseñará? y ¿dónde lo harán?
Algunos no han hecho su blog y los que si lo hicieron apoyarán a sus compañeros en clase de computación.
Algunos no saben bajar fotos ni videos y accedieron con gusto a enseñarles, en el Ciber que esta junto a su escuela
En la clase yo les daré a conocer diferentes motores de búsqueda para categorizar la información.
Todos a través del Messenger, socializarán las experiencias del día con sus amigos.
sábado, 8 de mayo de 2010
Mi confrontación con la docencia"
Soy una persona que se exige demasiado y que cuando en un grupo no resultan las cosas, antes que cuestionar a los demás, me cuestiono a mi misma, ¿Qué falló durante el proceso?, la metodología, los recursos, las estrategias, las actividades, el clima del grupo, o la manera de dirigir la clase, entre otros muchos factores a considerar. Y este análisis me orienta para modificar las posteriores sesiones; asimismo, soy una profesora que no cuento con una metodología lineal, lo que si me gusta hacer, siempre que puedo, es llegar al salón y saludarlos con una sonrisa (incluso cuando llego cansada o con alguna otra situación personal, mis alumnos lo perciben y me preguntan qué me pasa), y viceversa cuando ellos tienen una situación personal, les permito hablarlo y posteriormente iniciar el trabajo. Pareciera que con esto se pierde tiempo, pero créanme, se gana mucho, sobre todo la confianza de mis alumnos, que me permiten conocerlos desde otro aspectos de sus vidas
Por lo regular inicio mis sesiones planteado preguntas (método socrático), posteriormente, explico el tema, y doy apertura a la participación a través de una lluvia de ideas, para proseguir con el desarrollo de actividades (empleo de mapas conceptuales, mentales, diagramas, resúmenes, exposiciones, ejercicios, etc.), los cuales en muchas ocasiones son realizados en equipos para desarrollar el trabajo colaborativo y se culmina la sesión con la revisión de la actividad, con el planteamiento de respuestas a las preguntas iniciales o con la presentación del producto final, evaluado de ser necesario, con el empleo de una rúbrica.
Ahora con la reforma que se ha llevado acabo en el sistema de bachillerato general, “las reglas cambian” y si hasta ahora apenas iba tomando forma la manera de abordar mis clases, con este cambio basado en el desarrollo de competencias a través de un cuadrantes didácticos (6), en donde se tiene que hacer uso de las TICS, todo viene a reestructurar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Estoy en la mejor disposición de aprender el manejo de estos cuadrantes, que considero, orientaran mi ejercicio docente
Por lo regular inicio mis sesiones planteado preguntas (método socrático), posteriormente, explico el tema, y doy apertura a la participación a través de una lluvia de ideas, para proseguir con el desarrollo de actividades (empleo de mapas conceptuales, mentales, diagramas, resúmenes, exposiciones, ejercicios, etc.), los cuales en muchas ocasiones son realizados en equipos para desarrollar el trabajo colaborativo y se culmina la sesión con la revisión de la actividad, con el planteamiento de respuestas a las preguntas iniciales o con la presentación del producto final, evaluado de ser necesario, con el empleo de una rúbrica.
Ahora con la reforma que se ha llevado acabo en el sistema de bachillerato general, “las reglas cambian” y si hasta ahora apenas iba tomando forma la manera de abordar mis clases, con este cambio basado en el desarrollo de competencias a través de un cuadrantes didácticos (6), en donde se tiene que hacer uso de las TICS, todo viene a reestructurar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Estoy en la mejor disposición de aprender el manejo de estos cuadrantes, que considero, orientaran mi ejercicio docente
"Mi aventura de ser docente"
"El malestar docente" escrito por Esteve (2003), refleja la cruda realidad por la que muchos de nosotros transitamos. Aunque es un autor de origen español y que su contexto es distinto al nuestro, describe lo que muchos de nosotros hemos vivido. Inicia su ponencia presentando las dificultades que desde su experiencia, hemos enfrentado y con las cuales me identifico bastante; tal vez no me pasó exactamente igual pero hay mucho de cierto en este proceso de aprendizaje.
La manera en como nos introduce al tema con esta ambivalencia, pone de manifiesto que vivimos en un mundo de dualidad, donde para que exista el bien debe existir el mal, lo blanco y lo negro, el odio y el amor, y que según el cristal con el que miremos la vida, hará que la veamos como la queramos ver. La decisión está en nuestras manos y si estamos convencidos de que esto es lo nuestro, pues a ponerle pasión!!!
Me encantó su filosofía pedagógica, que es la de dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas; y le agregaría la siguiente reflexión: toda creación se inicia con el pensamiento, después pasa por la palabra y se completa con la obra, pero este proceso de creación debe incluir la creencia o el conocimiento, que es la fe absoluta de lo que hacemos y es la parte humana de nuestra labor, el que cada uno de nuestros alumnos descubra su potencial y se sienta a gusto con lo que hace. Por otra parte, considero que la renovación pedagógica debe ser permanente siempre hay algo nuevo que descubrir y crear, y que con interés, voluntad y decisión se puede mejorar el trabajo.
En lo que respecta a la dificultad vista por el autor hacia el establecimiento de la identidad profesional, me he podido percatar que tiene mucho que ver con la formación académica; sin embargo los que tienen una formación en la docencia también presentan dificultades (les falta conectar la teoría con la práctica); mientras que los que cuentan con una carrera universitaria su problema es mayor ya que no cuentan con la teoría pedagógica, pero además su vocación inicial no fue la docencia. En ambos casos existen problemas, que bien se pueden combatir considerando que lo verdaderamente importante son los alumnos, que trabajamos con ellos y para ellos, que dejemos de pensar en nuestros propios intereses, que nos dediquemos servir con amor y humildad y con esto se puede lograr todo lo que nos propongamos.
Refiriéndonos a la segunda dificultad encontrada por el autor, sobre dominar las técnicas básicas para ser un buen interlocutor, he descubierto que el dominio de si mismos es la clave para mejorar la comunicación en el aula, si demuestro confianza en lo que digo y hago, obtengo el beneficio de la confianza de mis alumnos. Sabido es que el lenguaje corporal expresa un 90% de lo que queremos transmitir a nuestros alumnos y el otro 10% son sólo palabras, entonces si quiero mejorar los canales de comunicación es necesario practicar y analizar a diario mi actuar en el aula, realizando una retroalimentación de mi desempeño comunicativo, ya sea con algunos comentarios que viertan los alumnos o con la simple observación de mis actos.
En cuanto a la tercera dificultad encontrada por el autor a cerca de resolver el problema de la disciplina, encuentro que nadie puede pedir lo que no es capaz de dar, y nadie puede tener más de lo que no ha trabajado; por lo tanto si quiero respeto en mi clase debo ganármelo y esto sólo se gana depositando la confianza en mis alumnos a través del diálogo y la disertación, siendo empáticos y trabajando en armonía.
Para finalizar, la cuarta dificultad que se encuentra es la de adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado; si en verdad quiero captar la atención de los alumnos en una sesión de clases, debo conocer cuales son sus expectativas respecto a la materia, qué tanto saben del tema, que les gustaría aprender, dónde lo pueden aplicar, que ventajas les va ofrecer este nuevo conocimiento para su vida diaria, que se requiere para ponerlo en práctica, etc. Después de realizar este análisis minucioso entonces si puedo adaptar todo ese bagaje teórico del que dispongo y ponerme a su nivel, considerando que antes que ser maestra, soy una persona que entiende las condiciones de mis alumnos.
Concluiré este análisis con una cita que me ha servido de guía en este transitar educativo, que dice así: “el que no vive para servir, no sirve para vivir”, haciendo referencia a la vocación de ser maestro y el descubrirme día a día dando lo mejor de mí.
La manera en como nos introduce al tema con esta ambivalencia, pone de manifiesto que vivimos en un mundo de dualidad, donde para que exista el bien debe existir el mal, lo blanco y lo negro, el odio y el amor, y que según el cristal con el que miremos la vida, hará que la veamos como la queramos ver. La decisión está en nuestras manos y si estamos convencidos de que esto es lo nuestro, pues a ponerle pasión!!!
Me encantó su filosofía pedagógica, que es la de dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas; y le agregaría la siguiente reflexión: toda creación se inicia con el pensamiento, después pasa por la palabra y se completa con la obra, pero este proceso de creación debe incluir la creencia o el conocimiento, que es la fe absoluta de lo que hacemos y es la parte humana de nuestra labor, el que cada uno de nuestros alumnos descubra su potencial y se sienta a gusto con lo que hace. Por otra parte, considero que la renovación pedagógica debe ser permanente siempre hay algo nuevo que descubrir y crear, y que con interés, voluntad y decisión se puede mejorar el trabajo.
En lo que respecta a la dificultad vista por el autor hacia el establecimiento de la identidad profesional, me he podido percatar que tiene mucho que ver con la formación académica; sin embargo los que tienen una formación en la docencia también presentan dificultades (les falta conectar la teoría con la práctica); mientras que los que cuentan con una carrera universitaria su problema es mayor ya que no cuentan con la teoría pedagógica, pero además su vocación inicial no fue la docencia. En ambos casos existen problemas, que bien se pueden combatir considerando que lo verdaderamente importante son los alumnos, que trabajamos con ellos y para ellos, que dejemos de pensar en nuestros propios intereses, que nos dediquemos servir con amor y humildad y con esto se puede lograr todo lo que nos propongamos.
Refiriéndonos a la segunda dificultad encontrada por el autor, sobre dominar las técnicas básicas para ser un buen interlocutor, he descubierto que el dominio de si mismos es la clave para mejorar la comunicación en el aula, si demuestro confianza en lo que digo y hago, obtengo el beneficio de la confianza de mis alumnos. Sabido es que el lenguaje corporal expresa un 90% de lo que queremos transmitir a nuestros alumnos y el otro 10% son sólo palabras, entonces si quiero mejorar los canales de comunicación es necesario practicar y analizar a diario mi actuar en el aula, realizando una retroalimentación de mi desempeño comunicativo, ya sea con algunos comentarios que viertan los alumnos o con la simple observación de mis actos.
En cuanto a la tercera dificultad encontrada por el autor a cerca de resolver el problema de la disciplina, encuentro que nadie puede pedir lo que no es capaz de dar, y nadie puede tener más de lo que no ha trabajado; por lo tanto si quiero respeto en mi clase debo ganármelo y esto sólo se gana depositando la confianza en mis alumnos a través del diálogo y la disertación, siendo empáticos y trabajando en armonía.
Para finalizar, la cuarta dificultad que se encuentra es la de adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado; si en verdad quiero captar la atención de los alumnos en una sesión de clases, debo conocer cuales son sus expectativas respecto a la materia, qué tanto saben del tema, que les gustaría aprender, dónde lo pueden aplicar, que ventajas les va ofrecer este nuevo conocimiento para su vida diaria, que se requiere para ponerlo en práctica, etc. Después de realizar este análisis minucioso entonces si puedo adaptar todo ese bagaje teórico del que dispongo y ponerme a su nivel, considerando que antes que ser maestra, soy una persona que entiende las condiciones de mis alumnos.
Concluiré este análisis con una cita que me ha servido de guía en este transitar educativo, que dice así: “el que no vive para servir, no sirve para vivir”, haciendo referencia a la vocación de ser maestro y el descubrirme día a día dando lo mejor de mí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)